lunes, 20 de agosto de 2018

Qué pena no habernos conocido como antes





Qué pena no habernos conocido como antes, cuando jugábamos a correr delante de aquel niño rubio.
Qué pena no habernos conocido como antes, cuando nos enfadábamos al coincidir con el mismo vestido rosa.

Qué pena que no nos acordemos de nosotras mismas bailando el último día de clase.
Qué pena que alguien nos tenga que recordar que un día fuimos amigas, que nos consolábamos al perder el chupete, y nos abrazábamos al encontrarlo.

Tú y yo, que hoy nos cambiamos de acera al encontrarnos y evitamos mirarnos a los ojos que tanto odio acumulan.
Qué pena no habernos conocido como antes.