miércoles, 11 de marzo de 2015

Hasta Cádiz.


No sé por qué cada vez que me subo al coche de mi padre me viene Cádiz a la mente. Quizá porque viví momentos preciosos. Quizá porque me gustan sus playas. O su olor. Y su calor, también. 

No sé por qué cada vez que sueño con escaparme, coger una mochila y montarme en un bus que no sea el que me lleva a la facultad, suena 'El Barrio'. Algunos me dicen que en otra vida fui gaditana. Yo me río. Otros me dicen que es el destino, que si en mis sueños y deseos es algo que continuamente se repite, será porque algo buenísimo me espera allí. 

En realidad "hasta Cádiz" se ha convertido en mi lema. Y significa tantas cosas...