Me enamoré de ella locamente desde el primer momento en que la vi. Como nunca antes me había ocurrido. ¿Y algo parecido? Tampoco. En cuanto la vi entrar a clase supe que ella sería mi motivación para no faltar en mi primer curso en la universidad. Que estuvieramos en la misma ciudad, facultad y aula no resultó ser casualidad, el destino lo decidió. Mierda, esto del destino me lo ha contagiado ella. Estar en esos metros cuadrados hizo que compartiéramos cantidad de gustos e intereses. Compartir con ella cualquier cosa ha sido lo más bonito y gratificante que he hecho en mi (corta) vida. El colchón viejo de mi habitación, por ejemplo, ya no es el mismo desde que ella no sueña en él. Yo tampoco. Parece que han pasado años desde que ella me dejó y solo ha pasado el verano, este maldito verano.
Verano que íbamos a compartir, que íbamos a exprimir y que lo he pasado solo en esta preciosa ciudad con mar. Los recuerdos se acumulan junto al polvo en las estanterías y debajo de nuestro colchón. Bueno, mi colchón. Joder, me encantaba que pasara noches conmigo, aunque para eso tuviera que pagarle más dinero al casero.
Verla en clase supongo que será el momento definitivo para saber si la he olvidado o todavía no. ¡Qué demonios! No hace falta verla para saber que sigo igual o más enamorado que cuando dejó su cepillo de dientes en el baño.
¿Qué sentirá ella por mi? ¿Habrá besado a alguien durante las vacaciones? Se me acelera la respiración al pensar que se ha podido ir con otro. Joder, necesito tanto verla.
Me llamo Fernando y me llaman de unas cuantas formas que no voy a reseñar. Soy tío-abuelo de Unai y Ekain y estoy muy orgulloso de que Naiara escriba. ¡Ah! muchas gracias por incluirme en tu lista de blogs. P.D. Te alabo el gusto de que sigas a "mi mesa cojea". José Antonio fue vecino y cliente mío, un gran tipo.
ResponderEliminarGracias tío ;) Qué suerte conocerle, ojalá algún día yo también pueda servirle un café o hacerle una entrevista jaja Un beso!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar