lunes, 24 de abril de 2017

¿Es mejor sentir que pensar?


Manolo García lo dice en una de sus canciones, ¡es mejor sentir que pensar! Yo, sin embargo, imagino que como el resto de los mortales pienso y luego actúo (la mayoría de las veces). La verdad es que no es la mejor filosofía de vida pero sí, la que más seguridad y confianza me da. Por supuesto intento, poquito a poco, dejar los pros y contras atrás, no adelantar acontecimientos, no sacar conclusiones en vano...

Una vez alguien me dijo que yo era una chica calculadora y controladora, algo que como imaginaréis me ofendió muchísimo y me dolió tanto que me levanté de donde estaba, di un portazo y me fui a llorar a una esquina. Literalmente.
A - LLO- RAR- A- U- NA- ES - QUI- NA. 

Recuerdo perfectamente aquel dia y creo que en el fondo, aquella persona tenía algo de razón. Yo no soy ni seré la persona más alocada, extrovertida, atrevida e impulsiva del mundo. Ni siquiera lo quiero. Admito que soy muy reflexiva, que me gusta tenerlo todo bajo control (hasta lo que no está en mis manos), soy muy concienzuda y me gusta hacer lo que creo que está bien, o al menos lo más correcto. Así que si a esto se le llama ser calculadora y controladora, sí, lo soy.

Hoy no vengo, aunque parezca mentira, a describir mi personalidad ni mucho menos. Simplemente me gustaría que reflexionaráis sobre vuestro comportamiento pues no creo que guiarse por el corazón sea la mejor opción. Y por supuesto tampoco lo es guiarse por la razón. Hay que encontrar un equilibrio entre razón y corazón, ese es mi objetivo. Porque no sé si lo sabréis pero...mi color preferido es el gris. Ni el azul, ni el rosa. Ni siquiera el morado. Ni blanco, ni negro. 

GRIS.
Por cierto, tenéis que escuchar esta canción. Es parte imprescindible de la banda sonora de mi vida, es el artista favorito de mi padre y mi infancia suena así:

lunes, 17 de abril de 2017

¿Amar a dos personas a la vez?

Una vez más me tengo que comer mis propias palabras, ¡y sin patatas!


Han pasado tres años desde que Ekain, mi sobrino, nació. Tres años desde el momento en que, con solo ver su carita, me hizo entender que había estado confundida: sí se puede amar a dos personas a la vez. Yo, sinceramente, nunca imaginé que todos los nuevos sentimientos que Unai, mi ahijado y primer sobrino, hizo que florecieran en mi barriga, en mis ojos o en mis manos se pudieran multiplicar, sin dividirse.


Pensaba, tonta de mí, que una persona no puede querer a otras dos sin que haya una mínima diferencia en el trato, por ejemplo. Y eso que mi madre y mis abuelas bien me explicaban que al primer hijo, al segundo y al tercero se les quiere igual. Yo, por supuesto, no me lo creía y aunque todavía tenga alguna duda Ekain parece que ha llegado a este mundo con la función de pisotear esa idea mía. Lo está cosiguiendo y sin saberlo.

Sus rubios rizos, su nariz chata y esos ojos que hablan más que cualquier boca hacen que mis días tengan momentos inolvidables. Es el niño más cariñoso que conozco, el que junto a su hermano me dice que me quiere mucho sin pensarlo, quien se agarra a mis piernas cuando quiere qu me quede un ratito más con ellos.


Sí, me tengo que tragar todas mis palabrs porque sinceramente pensé que un segundo bebé en la familia dividiría la atención y el amor que ya le teníamos a Unai, y me confundí. Se multiplicaron los purés, los regalos, las chuches, las fiebres, los dibujos, los besos, los "tia maitetzut", todo.

Ekain y Unai son puros, son niños, son ilusión, inocencia, futuro. Son el motor de muchas vidas, la energía, el impulso e incluso la razón y la respuesta a muchas preguntas.


Ekain cumple tres añitos dando amor, dando vida. Gracias Maider y Nuno por hacerlo tan bien y tener dos preciosos hijos.

Zorionak, Ekaintxo.

lunes, 10 de abril de 2017

Hoy no estoy inspirada

Hoy no estoy inspirada.
Es tarde y tengo frío.
Hoy, de verdad, que no estoy inspirada
y eso que a cada instante río.


Río porque encuentro motivaciones.
Río porque, ¿qué otra cosa mejor hay?
Hoy, de verdad, que no estoy inspirada
y eso que no encuentro razones.

Razones invisibles.
Razones más que posibles.
Posibles razones,
invisibles o quizá tangibles.

Tangibles como tú.
Y como yo.
Yo que ya dudo hasta de mi existencia,
sé muy bien lo mucho que existes, tú.

Tú, tangible.
Tú, quien da motivos para reir
y tú quien apaga dudas por las que no hacerlo.
Tú, de verdad que hoy no estoy inspirada.
¿O sí?

lunes, 3 de abril de 2017

Como una loca

Cuando lo que callas es más valioso que lo que hablas, 
cuando escuchas porque más palabras ya no sacas.
Lo que a ti te importa ya a nadie le impresiona, 
y tú solo quedas como una loca.

Loca por decir, 
pensar y luego mentir.
Loca por gritar, 
soñar y luego llorar.
Loca, loca.

Loca por tocar,
disfrutar y admirar.
Loca por gemir,
sentir y vivir.
Loca, loca.

Cuando lo que sientes es más peligroso que lo que haces,
cuando paras porque más riesgos no debes tomar.
Lo que a ti te importa ya a nadie le impresiona 
y tú solo quedas como una loca.