Cuánto daño hace,
sin pretenderlo.
Cuántas lágrimas deja caer
a un pozo negro,
sin saberlo.
Son días de hacer maletas,
limpiar armarios,
y agendas.
Son días de comprar billetes,
y dormir en hostales
a sabiendas de que
ya nada volverá a ser como antes.
Cuánto daño hacen los principios,
y los finales.
Cuántas lágrimas dejan caer
a un pozo negro,
sin importarles.
Son días de despedidas,
reencuetros,
y citas a ciegas.
Son días de cerveza fría,
chocolate caliente,
y sangría.
¿A qué huele septiembre,
si no es a rencor,
miedo,
nostalgia,
y dolor?
Dolor que aumenta
mientras arrastro la maleta,
sin rumbo,
sin meta.
Nostalgia que se apodera
de mí.
Tanto miedo ocupa,
y preocupa.
Tanto rencor,
no es bueno.
Tanto rencor,
te convierte en traidor,
septiembre.
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