Hoy te he sentido nada más subirme al bus. Te he buscado entre la gente, pero no te he encontrado.
He llegado a oír que gritabas mi nombre. He reconocido tu risa entre la multitud. Y he olido tu colonia.
Me he sentado, decepcionada, con la esperanza de que tus brazos me sorprendieran por detrás. Nada. Tampoco nos hemos encontrado al salir del maldito bus.
Eso no ha hecho que tu olor se fuera de mi piel, y tampoco que tu voz hiciera eco en mi ser.
¿Qué pasa? No entiendo nada, y empiezo a pensar que todo esto no es real. ¿Puede ser un sueño? A lo mejor estoy loca. Pero juro que aunque sea prácticamente imposible, hoy, te he sentido.
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