Javier
es un rapero malagueño familiar, estudioso, bienhablado y solvente.
Aunque muchos lo conozcan por su aparición en el programa Cámbiame
(Telecinco), FJ colabora en la radio municipal de su pueblo Rincón
de la Victoria y desde que en 2009 compusiera suprimera canción grabada por sí mismo y en 2011 publicara su
primera maqueta titulada 'Despacitoy con buena letra' no ha parado de competir en Batallas de
Gallos y componer temas.
¿Javier
y FJ son dos almas en un mismo cuerpo?
Si
me lo preguntases hace un tiempo te diría que sí y que cada parte
se manifiesta en diferentes contextos. Hoy por hoy puedo decir que he
llegado a conciliar ambas partes que hay en mi interior demostrando
qué persona hay detrás del personaje que sale en el escenario y qué
personaje hay detrás de la persona en el día a día. He encontrado
el equilibrio entre la sensibilidad de uno y la confianza de otro
para formar un ser más completo.
¿Cómo
conociste el mundo del rap?
Empecé
a escuchar rap con trece años cuando mi hermano ponía 'SFDK' en el
coche. En aquel momento lo veía como algo totalmente diferente a
como lo veo hoy: diversión rebelde. Me aportaba sensaciones que
ningún otro género musical me había aportado hasta el momento.
Comencé a buscar raperos por mi cuenta, maquetas, discos y
paralelamente mi primo me enseñaba sus letras, que posteriormente
grababa en un estudio de Fuengirola y me mostraba artistas malagueños
a los que él escuchaba.
¿Y
cómo entraste en las Batallas de Gallos?
Descubrí
la 'Red Bull Batalla de Gallos' en el verano del 2008, es como un
sistema solar dentro de la galaxia del rap. Aquello me fascinó por
la técnica, la espontaneidad y la interacción tan directa con el
público. Mis primeras improvisaciones fueron en la playa medio en
broma y rodeado de amigos que un año más tarde, al ver mis avances
me animaron a que me presentara, por primera vez, a una Batalla de
Gallos en una sala de Málaga.
Cuéntame
más de esa primera batalla.
Fue muy
íntima e ilusionante. La ilusión sigue siendo la misma que ahora
pero dosificada, con mayor madurez y tranquilidad. Esa batalla ha
sido con la que más compañía cercana he contado. Aunque ganó
Skone, que
en aquel momento era uno de los 16 mejores freestylers de España y
uno de mis referentes, ¡quedé en muy buena posición! Con el paso
del tiempo nuestros caminos han ido cruzándose y tenemos una buena
amistad; incluso hemos organizado eventos y he sido su corista.
¡Quién lo iba a pensar!
¿Qué
es lo más anecdótico que te ha ocurrido subido a un escenario?
No
sé si es anécdotico o curioso pero lo cierto es que uno de mis
mejores amigos, Sacro, fue el encargado de eliminarme durante dos
años consecutivos en la competición de Red Bull. En Granada en el
año 2013 y en Málaga, al año siguiente.
¿Cómo
se lleva eso?
Los
espectadores solo se quedan con los personajes y el pique que hay a
nivel competitivo pero nosotros somos un gran apoyo el uno para el
otro y enfrentarnos siempre nos ha dejado mal sabor de boca. Esa es
la principal esencia que hay en el transfondo de este tipo de
espectáculos, cuando dejamos de ser FJ y Sacro y somos simplemente
Javi y Fran. Creamos algo que perdura más que cualquier victoria,
como puede ser una buena amistad. Quien haya participado alguna vez
sabe bien de lo que hablo pero para la gente que lo desconoce puede
resultar chocante.
Cuando
no estás improvisando rimas, ¿qué te gusta hacer?
Disfruto
de los pequeños momentos como pueden ser un rato de charla entre
amigos y cervezas, ir al cine en compañía, cenar en un sitio nuevo
o pasarme el último videojuego que haya salido. El día
más inesperado puede marcarte más que cualquier día especial
señalado en el calendario.
¿Qué
dias señalas tú?
Ninguno,
ya me encuentro el calendario marcado con todo tipo de festivos.
¿Te
resulta fácil conciliar los estudios con tu pasión por el rap?
Por
supuesto. Sabiendo organizarte hay tiempo para todo, el estudio es
compatible con el rap como con cualquier otra actividad, deporte o
hobby. Además no me lo tomo como algo totalmente profesional y creo
que por eso lo disfruto tanto. Acudo al rap sin ningún tipo de
presión ni condiciones. Si fuese mi actividad laboral creo que no lo
cogería con tantas ganas porque se perdería algo de magia como
cuando una pareja decide pasar a ser un matrimonio.
Así
que, ¿no crees en las bodas?
Ni creo
ni dejo de creer. También puede perderse la magia en una pareja sin
llegar al matrimonio porque cuando piensas que algo es para siempre,
las ganas de disfrutarlo día a día se pierden por la rutina.
¿Vistes
de la misma manera para ir a clase y a una Batalla de Gallos?
Sí.
Cuando voy a hacer rap elijo ropa con la que me encuentre cómodo y
me aporte seguridad, no pienso en la estética como un uniforme o
disfraz acorde para el evento. Si me siento agusto con una camiseta
de baloncesto iré con eso, al igual que si ese día me encuentre
mejor con una camisa y una americana vaya con esto otro. Para mí el
rap es libertad, un movimiento ecléctico y todo tiene cabida aunque
sea cierto que haya gente tradicional en este sentido. El rap será
lo que nosotros queramos que sea y para mí no existen leyes ni
corsés. Por cierto, no confundáis ser pijillo con ponerse camisa,
¡gracias!
¿Cuál
fue la primera reacción al verte tras el cambio que realizó Natalia
Ferviu?
Me sentí
como Rob Schneider en ‘Este cuerpo no es el mío’, tenía la
sensación de que la persona que aparecía en pantalla no era yo y
que si dejaba de moverme, la persona de la pantalla seguiría
moviéndose.
Lo
que más me gustó de tu cambio fue el pelo. ¿A ti?
También,
porque pienso que es ahí verdaderamente donde está el cambio. El
pelo es lo que me supuso más psicológicamente. Tego que confesar
que yo ya estaba contento con mi vestimenta y estética, no tenía
miedo de lo que me fuesen a hacer pero cuando te pones en manos de
profesionales te das cuenta de cómo saben pulir detalles y sacar
algo de ti que tú nunca te habías planteado por conformidad. Y es
ahí donde reside mi cambio psicológico: nunca hay que conformarse
con algo que parezca bueno si puede ser mejor, no hay que cerrarse a
contar un número de posibilidades porque hay infinitas opciones.
¿Y
la ropa?
La
ropa sigue siendo ropa, aunque es cierto que me sorprendió la forma
de combinarla, ya que cada prenda individualemente sí podría
vestirla pero nunca me hubiese atrevido en conjunto.
Comentaste
que nunca habías cambiado de amistades pero sí ampliado tu grupo.
¿Cómo se han tomado tu aparición en Telecinco?
Genial.
Ellos no lo hubiesen hecho, pero veían bien que yo lo hiciese y me
llevara esa gran experiencia. Siempre se tiene miedo a la
manipulación de este tipo de programas por el hecho de recaudar más
audiencia. Yo mismo sentí incertidumbre sobre qué imagen podía
transmitir, ya que veo mi perfil muy diferente al de la mayoría de
la gente que suele acudir a este programa pero tengo que agradecer
que han sacado de mí la persona que verdaderamente soy y por ello mi
aparición ha gustado tanto a la gente que me conoce.
.
Tu
programa fue muy comentado en Twitter. Criticado también. ¿Qué
opinas de las personas que lo han resumido como ridículo o
vergonzoso para el rap?
Por lo
general la mayoría de las críticas han sido muy buenas. Los
comentarios que decían que no necesitaba el cambio o que el cambio
fue a peor, que pueden ser de los más negativos que me llegaron, me
resultan agradables porque significan que les parecía ir con una
buena imagen a la pasarela. En cuanto a lo del rap, habría que
diferenciar entre las críticas de oyentes de rap y raperos, y dentro
de los raperos, diferenciar las críticas entre los que han llegado
arriba y quiénes no. Contrastas unas con otras y te respondes solo.
¿Envidia?
Más
bien mediocridad. Cito una frase que escuché hace poco tiempo y
viene al caso: "los mediocres solo pueden conseguir algo de
gloria viendo hundidos a los demás".
Entre
las razones para presentarte al programa televisivo, ¿se encuentra
el autopromocionarte?
Para
nada, a la hora de hacer balance para tomar la decisión de ir o no
nunca me lo planteé pero es cierto que una vez allí la promoción
me vino sola. Intenté aprovechar la repercusión sacando una canción
el mismo día de la emisión del programa, 'El arquero y la luna' en
colaboración con Bosco Vida, sobre todo para que la gente tuviese
una referencia musical mía más fresca.
Cuentas
con el apoyo de tus padres pero quienes te acompañaron a Cámbiame
fueron tu hermano y uno de tus mejores amigos. ¿Por qué?
Mi
hermano y Bosco son las personas que mejor me conocen, aquellas que
podían mostrar más mi verdadero yo y, por supuesto, las que más
merecían vivir la experiencia.
En
pocas palabras, ¿cómo definirías esa experiencia?
Diferente,
inesperada, resonante y contribuyente.
¿Sientes
que has roto algún estereotipo o prejuicio que socialmente se tenga
hacia los raperos?
Para
ciertas personas sí, lo cual me alegra. Es cierto que el hip-hop es
una cultura urbana, una tribu que influye en unos valores y estilo de
vida por su tradición, pero no los establece como tal. El rap no
deja de ser un género musical, y la música es arte y si al arte no
se le deja fluir y se le guía por unos patrones, para mí por lo
menos perdería su esencia. Al fin y al cabo somos personas, cada uno
con nuestras virtudes y defectos, y no por bailar bachata y dejar de
hacer rap vamos a ser más sanos y menos delincuentes. Por otro lado,
los que no se hayan parado a pensar qué hay detrás del rap, y lo
hayan tachado con este tipo de prejuicios, han podido aprovechar la
ocasión de que un rapero como yo apareciese en un programa de
televisión. A veces se pregunta que qué hay de malo en ser rapero y
tendríamos que ver qué hay de malo en una persona en concreto que
da la casualidad de que hace rap.
No se
deberían de mezclar ambas cosas.
Estoy
seguro de que cualquier cantante español que sea referente y popular
por hacer un tipo de música más comercial y socialmente mejor
visto, es menos ejemplar en su vida cotidiana que cualquier rapero
underground.
SECCIÓN
SÍ O NO:
Corridas
de toros : NO
Cadena
perpetua: NO
Legalización
de la marihuna: SÍ
Derecho
al aborto: SÍ