domingo, 27 de octubre de 2013

'Maldigo la hora en que decidí no quererte'.

Ahora te quiero. Te quiero mucho. Puede que sea un poco tarde. O mucho. ¿Quién sabe?

Hace meses que siento algo por ti, pero permanezco callada.
Te mentí, te engañé y te abandoné. No sé por qué lo hice, puede que por miedo.
Me mentí y me engañé. No sé por qué lo hice, puede que me resultara más fácil reprimir ciertos sentimientos, que luchar por lo nuestro.

Ahora sé lo que quiero, y es a ti. No he vuelto a sonrojarme después de un tímido beso en la mejilla.
No he vuelto a desear que llegaran las noches de viernes.
No han vuelto a mirarme como tú lo hacías. Y lo echo de menos.
A tus miradas, a tu aliento en mi cuello.
A tus sonrisas, a tus torpes dedos enredados en mi cabello.
A tus brazos con los que muy fuerte me abrazabas hasta dejarme sin aire.
A tu perfume en mi bufanda.

Sé que eres la pieza que me falta para completar mi puzzle. Ese puzzle donde puede que algún día, cuando me atreva a sincerarme contigo, nos compenetremos como hasta ahora lo hemos hecho, a diferencia de que los besos en la mejilla, sean en los labios.

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